Cómo funcionan las vacunas contra el cáncer

Si alguna cosa positiva ha tenido la pandemia de covid son los grandes avances que se han producido en investigación médica, sobre todo en el terreno de las vacunas de ARN mensajero. Esta misma tecnología se está investigando para tratar el cáncer y los resultados están siendo prometedores.

La farmacéutica Moderna ha probado una vacuna experimental que reduce la reaparición del melanoma. Hay que recordar que el melanoma es un tipo de cáncer de piel muy mortal porque fácilmente hace metástasis extendiéndose a otras partes del cuerpo. La farmacéutica ha anunciado que para 2030 tendrá lista una vacuna contra muchos otros tipos de cáncer.

¿Significa que vamos a poder inmunizarnos contra el cáncer como hacemos contra la sarampión o la viruela? No exactamente. Las vacunas del cáncer van a tener un carácter más parecido al de la covid o la gripe. No evitarán la enfermedad pero sí muchas muertes.

Cómo funcionan


Una vacuna inyecta una o varias proteínas que produce el virus de una enfermedad para que nuestro sistema inmune crea que está siendo invadido y aprenda a crear defensas específicas contra ese virus.

Con el cáncer también sería factible esta estrategia. Son células que han mutado y se multiplican sin control invadiéndolo todo. Estas células tumorales también crean proteínas específicas (neoantígenos). Se puede crear una vacuna con esas proteínas para que las defensas localicen la célula tumoral y la destruyan.

La pregunta lógica es, si esas proteínas ya están en el cuerpo ¿por qué no las atacan nuestras defensas? De algún modo, las células tumorales consiguen engañar al sistema inmune y hacerle creer que son células sanas. Por eso crear vacunas contra los tumores no es tan fácil. Además, no hay un único tipo de células tumorales, sino muchísimos y se necesita personalizar el tipo de vacuna.

Cuando hablamos de vacunas solemos pensar en vacunas preventivas, pero la vacuna de Moderna y otras que se están investigando son vacunas terapéuticas que tratan de atacar el cáncer cuando ya se ha instalado. En el caso de la de Moderna, la vacuna ha conseguido reducir un 44% la recurrencia del melanoma al combinarse con ‘Keytruda’, un medicamento utilizado contra este tumor.

Vacunas de ARN mensajero contra el melanoma

La vacuna experimental de Moderna contra el melanoma utiliza la técnica de ARN mensajero, la misma utilizada para las vacunas de la covid.

La radiación ultravioleta del sol provoca estrés oxidativo, lo que aumenta el riesgo de melanoma.

Las vacunas de ARN mensajero funcionan instruyendo a las células para que produzcan una proteína en particular. En el caso de las vacunas contra el coronavirus, es una pieza inofensiva de la proteína espiga del virus, que desencadena una respuesta inmune. En el caso de la vacuna contra el melanoma, la vacuna promueve la producción de la proteína TR1 en las células de la piel, lo que las ayuda a hacer frente a la oxidación celular que, al final, es lo que acaba provocando el cáncer de piel.

De todas maneras, esta vacuna es experimental y los médicos alertan que no hay que dar falsas esperanzas a los enfermos todavía. Además, la vacuna pondrá en marcha el sistema inmune pero se necesitarán también otras terapias para tratar el cáncer.

De hecho, ya existe una vacuna terapéutica contra le cáncer de próstata, pero se ha dejado de utilizar porque hay medicamentos más baratos y que dan mejores resultados.

Publicidad