Consejos de divorciados para tener un matrimonio estable

Consejos para tener un matrimonio estable

Las amargas experiencias de otras personas pueden ayudar a encarrilar la vida de pareja, pues nunca es fácil sobrellevar una relación cuando se vive en matrimonio. De hecho, siempre son buenos los consejos de alguien que ha pasado por un divorcio. 

Para el amor no existen las reglas y cuando se quiere a una persona, hay muchas cosas que se deben hacer. Recuerda que ese sentimiento nos lleva hacer cosas maravillosas e incluso algunas locas.

Existen millones de situaciones por las cuales se puedan pasar las parejas y se multiplican cuando se vive en pareja. Por ello, debes evitar errores irreparables en el matrimonio.

Laura Lafebvre, socióloga, LifeCoach y divorciada, menciona unos tips para que se pueda llevar una relación con armonía.

1-. Reconocer que tu pareja es tu familia inmediata

Desde el momento que das el “sí quiero” es importante tener claro que acabas de asentar los cimientos de una nueva vida y de tu propia familia. Es común que exista una creencia inconsciente que te indique que le debes tu lealtad a tu familia de origen y que es “tu responsabilidad” seguir satisfaciendo todas sus expectativas como cuando eras soltero (a).

De acuerdo con lo que comenta Lafebvre, esto es “un grave error y puede llegar a ser un fuerte motivo de conflicto dentro de la pareja”.

Cuando uno de los dos o incluso ambos mantienen una relación con la familia de origen y ésta se encuentra desequilibrada con la actual es imposible que exista una verdadera sinergia en la pareja.

2-. Lo que no es válido para ti, no necesariamente lo es para el otro

¿Cuántas discusiones y malos entendidos nos podríamos ahorrar en general si de entrada reconociéramos que lo normal para alguien, puede ser completamente aberrante para alguien más? 

Aquí se trata de tomar en cuenta el contexto del núcleo familiar del que cada quien proviene.

La experta comenta que “es importante que su relación se base en empatía y compasión con el otro, lo anterior viene dado porque han sido criados por familias completamente distintas, con valores y prioridades variadas”.

Recomienda generar sus propias reglas y reconocer aquellas que pueden compartir. Lo importante es llegar al terreno neutral cuando se tengan desacuerdos.

3-. Evita responder en forma agresiva

Si existe alguna situación que te molesta, la comunicación asertiva es la clave. Hay que poner las cosas sobre la mesa  de manera respetuosa y clara en el momento; siempre y cuando estés en libertad de expresarte ampliamente y sin espectadores.

“Unos de los grandes problemas que a menudo crecen como bolas de nieve es debido a la falta de comunicación e inteligencia emocional en la pareja. Por ejemplo, te molestas porque tu pareja te hizo un mal chiste delante de alguien, y a la primera oportunidad se las cobras con una broma pesada o ridiculizándolo (a) para que aprenda”.

Esta situación, de acuerdo con estudios científicos, es una estrategia muy viciada y toxica que conlleva al deterioro de la relación.

4-. No critiques a sus padres ¡Jamás!

Si quieres llevar la fiesta en paz, asegúrate de llevar esta frase presente en el corazón, cerebro, estomago, boca ¡Y todo lugar donde haga falta! No importa que tan imperfectos crean que son, y cuánta razón tienes de hacerle ver a tu pareja lo ciego (a) que está, recuerda que son sus padres y punto.

 Lafebvre  comenta que más allá de beneficiarte “con esta conducta, le estás clavando una estaca que se hunde lento al corazón de tu pareja y causa un daño emocional increíble que trasciende más allá de ustedes, hasta sus hijos”.

5-. “El respeto al derecho ajeno, es la paz”.

“Es importante tener claro que cada uno de ustedes son personas completas, independientes y autónomas que han elegido compartir sus vidas”.

En este sentido, no están obligados a convertirse en siameses y adherirse a las metas, gustos y hobbies del otro durante las 24 horas y los 365 días del año. Ambos tienen derecho a ser libres, decidir y perseguir sus sueños y metas personales.

Resulta necesario acompañarse y apoyarse mutuamente, pero siempre es importante respetar los límites y deseos de cada uno.

6-. Libera tu necesidad de control

El tema es complicado si eres “un control Freak” por naturaleza, quizás esto te caiga como bomba.

Las relaciones sanas se desarrollan con base en el amor, respeto, comunicación, empatía, compasión, consideración, agradecimiento, honestidad y pare usted de contar.

Si todo el tiempo alguien busca que su pareja cumpla sus expectativas, que no cometa errores y que no diga cosas que a ti te parecen irrelevantes, se incurre en un grave error, pues lo que estás haciendo es solo matar el amor de tu pareja, su espíritu, voluntad y con el tiempo el matrimonio.

7-. Cambiar de opinión no es un delito

Lo típico que quedaron de asistir a una reunión y tu pareja decide que mejor no quiere ir porque no quiere ver a alguien, o porque simplemente ya no tiene ganas, no debe causar un mega-problema. Cuando eso ocurre, sale a relucir tu perfil Maniaco- psicópata– endemoniado se prende y quiere ver sangre. “Esta no te la perdono” vas a ver cuándo haya una reunión con tu familia/amigos.

Lafebvre explica que “es muy apropiado respetar los límites personales de cada uno y dejar que elijan libremente la carga de la culpabilidad”.

8-. El único responsable de cómo te sientes: ¡eres tú!

Si te tomas las cosas personales, sientes que te han ofendido, herido, lastimado y constantemente dices “me hiciste sentir” o “por tu culpa”, es una clara evasión de tu responsabilidad.

“Culpar al otro de una emoción que tu sientes no es otra cosa que una táctica de manipulación muy arcaica, y aún en estos tiempos tan tecnológicamente avanzados, es muy utilizada como medida de control en la relación. Nadie es responsable de cómo tú te sientes”, indica Lafebvre.

Si no tienes claro de cómo tomar la responsabilidad de tu vida, existen muchas terapias, libros, cursos y demás herramientas que ayudan a desarrollar la inteligencia emocional.

9-. Sé gentil tanto de acción como de palabra

No existe trago más amargo que tener que pasarte todas las palabras y acciones agresivas de tu pareja. Las transgresiones son tóxicas en las relaciones y pueden causar daños irreversibles. Aquí existe una línea muy fina que jamás debería cruzarse.

“Una relación sana y amorosa no tiene necesidad de recurrir al uso de palabras altisonantes, vulgares, forcejeos o mucho menos golpes”.

Cuidado con poner apodos a la pareja respecto de cualidades o zonas vulnerables también es delicado. Si le pones un sobrenombre de cariño a tu pareja, busca que sea para elevar su autoestima y no para impulsar sus inseguridades.

10-.Sin explicaciones

Recuerda que ninguno de los dos está obligado a dar explicaciones a la familia acerca de las decisiones tomadas en pareja. Este punto es básico para generar el respeto e independencia del matrimonio. 

11-. Se vale equivocarse, y también reconocerlo

Si cometes errores, reconócelos, pide disculpas y en medida de lo posible rectifícate.

“Uno de los más grandes regalos que nos damos a nosotros mismos es el admitir nuestros errores y pedir perdón”.

12-. La educación de los hijos le concierne sólo a la pareja

No hay mucho que agregar en este punto, tal y como comenta Lafebvre  “es tu responsabilidad educar a tus hijos con base en los principios y valores que comparten tú y tu cónyuge”.

En ocasiones es común que la familia inmediata quiera opinar e inclusive actuar. Al final, la última palabra queda en ustedes y todo lo que se enseñen a sus descendientes será a través de sus reglas.

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