¡Encuentra tu Punto G y explora!

 

Todas hemos escuchado hablar sobre ese “botón mágico” que nos hace sentir un nivel de placer que es difícil de describir ¿cuántas de ustedes se han dado el tiempo de explorar a solas y sentir el goce del Punto G?

Nunca es tarde, para conectarnos con nuestro cuerpo y descubrir lo que nos da placer, porque es vital que antes de buscar placer con otra persona, conozcamos cómo funciona nuestro cuerpo o ¿no?

El Punto G está más cerca de lo que imaginas y si crees que es momento de conocerlo, te invitamos a seguir estos sencillos pasos para encontrarlo y disfrutar.

¿Dónde se encuentra el punto G?

Es una pequeña masa esponjosa de tejido nervioso que se encuentra entre el hueso púbico y la parte frontal del cuello uterino, aproximadamente a cinco centímetros de la entrada vaginal frontal, que es la que está más cerca del estómago y lejos de la espalda.

En seguida que ya sabes donde está ubicado este botón mágico, coloca lo que necesitas para sentirte en el ambiente correcto: velas, música, baja la luz, no importa; pero es vital que te tomes el tiempo de excitarte, para que no pases horas tratando de encontrar tu Punto G.

Luego comienza acariciarte y una vez que estés lo suficientemente excitada, coloca lubricante en tu dedo índice y medio, introdúcelos en la vagina con la palma de la mano en dirección al techo. Es importante que tengas en cuenta que esta área puede ser el tamaño de una moneda mediana.

Y, si no sabes cómo hacerlo ni tocarlo, ¡No te aflijas! aquí, te dejamos los siguientes consejos:

  • Un masaje firme, acariciándolo de un lado al otro en dirección horizontal o vertical (izquierda-derecha, arriba-abajo).
  • Movimientos circulares lentos pero firmes.
  • Da golpecitos en el Punto G, cambiando el ritmo y la fuerza para aumentar la sensación.

Date la oportunidad de experimentar y probar cosas nuevas, acaríciate en diferentes posturas de rodillas, sentada sobre las piernas, parada, boca abajo, etc, ya que un ligero cambio de posición puede ayudar a alcanzar mejor la zona. También puedes ayudarte con juguetes y vibradores para aumentar las sensaciones y por supuesto, la penetración.

Nuestro cuerpo es hermoso y no deberíamos tenerle vergüenza ni miedo por querer sentir sensaciones nuevas. Es momento de convertirnos en las dueñas de nuestro propio encanto, ¿no creen?