Gratitud en los niños

Está comprobado que la gratitud mejora considerablemente la calidad de vida, por eso es imposible negarla a los niños. Es importante que los más pequeños conozcan desde corta edad el poder de dar las gracias, por eso te presentamos un par de ideas para que les enseñes la importancia de este valor.

Árbol de gratitud:

Crea un tronco y ramas de un árbol grande utilizando papel para manualidades café y cuélgalo en una puerta o pared. Corta o compra hojas de papel para colgar en tu árbol. Día a día distribuye una nueva hoja a tus hijos. Ellos escriben algo por lo que están agradecidos en la hoja y la pegan en el árbol con la escritura de cara al árbol. Una vez por semana, quita todas las hojas del árbol y úsalas para decorar una mesa. Durante una comida o refrigerio, pide a los niños que se turnen para leer las hojas en voz alta. Recoge las hojas al final de la comida y guárdalas para la cena de fin de año.

Círculo de gratitud:

Haz que los niños se sienten formando un círculo. Lanza un saquito relleno de semillas a uno. La idea es que al que le toque tener el saco se levante y exprese una cosa por la que está agradecido dirigiéndose a una persona. Después de decir una razón por la que está agradecido por esa persona, le lanza a ésta el saquito relleno y el proceso se repite hasta que todos los miembros del círculo hayan tenido oportunidad de hablar.

Intenta llevar a cabo estas actividades con tus hijos, sobrinos o hermanos pequeños. Recuerda que mientras antes aprendan a agradecer, más fácil será para ellos tomar esto como un estilo de vida.

 

 

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