La infidelidad nunca se olvida, aunque se haya “perdonado”

infidelidad

Cuando se habla de infidelidad el tema netamente toca la frágil, delicada y delgada línea de la confianza.

Acaba con la complicidad y el compromiso e interviene en la intimidad, trae sufrimiento y traición. Por eso, cuando sucede es normal que el otro miembro de la pareja tenga que sopesar si decide no perdonar el engaño como tal.

Una cosa es perdonar y otra muy distinta olvidar. Aparte, acontecimientos tan dolorosos como una infidelidad, raramente pueden borrarse de la memoria y esa es una de las razones por las que recuperar la confianza es complicado.

Por lo tanto, hay que tener en cuenta que seguramente no podrás ser capaz de olvidar que te han sido infiel.

De este modo, el reproche siempre puede surgir. Aunado con el malestar, el dolor, la herida, la rabia que se vuelven a revivir constantemente. Quizás la relación nunca vuelva a ser lo que fue, porque es probable que pueda superarse una infidelidad desde el punto de vista racional, pero no del emocional, porque es más complejo.

Razones de la infidelidad

Existen factores de diversas naturalezas que pueden conducir a que una persona sea infiel.

No obstante, el resultado viene siendo el mismo: una herida profunda en la relación, porque la infidelidad como es una forma de traición, casi un “atentado” contra las bases del compromiso y la confianza mutua.

De este modo surge la interrogante en la persona agraviada por el engaño, de ¿si debe perdonar o no?. Porque sin duda, no está obligada a continuar con la relación después de que ocurra algo indeseado.

La mayoría de las veces, la persona que ha sido infiel pide perdón y, tras ello, pretenden que todo siga como fue antes. En cambio no se puede volver atrás porque la confianza ha sido traicionada.

Razones para finalizar una relación infiel

Algunas de las razones para finalizar una relación tras una infidelidad son las siguientes:

1-. Las enfermedades de transmisión sexual, la promiscuidad y el sexo sin medios de protección pueden ser elementos peligrosos.

Debes tener en cuenta que la persona que ha sido infiel no sólo te ha traicionado emocionalmente, sino que tampoco ha tenido en cuenta tu integridad y tu salud.

Es decir, su inmadurez y su necesidad sexual han sido superiores a su obligación de cuidar y proteger a la otra persona con la que se encuentra comprometido.

2-. Herida en la autoestima. En la mayoría de los casos, muchas personas tienden a culparse de la infidelidad cometida por su pareja.

De hecho, suele darse el caso de algunos hombres o mujeres que culpan a sus parejas tras haber sido infieles: el sexo no es lo mismo, porque creen que caen en la rutina.

En cualquier circunstancia, se trata de una forma de manipulación y de no asumir las consecuencias de una elección personal inmadura y egoísta.

Nadie es culpable de que otra persona sea infiel. En consecuencia, el individuo engañado puede sufrir tal herida en su autoestima que llegue a sentirse culpable incluso de la infidelidad.

Por eso, se debe tener en cuenta que perdonar una infidelidad supone tener que vivir con esa herida, recuperarse de la misma, seguir adelante y aprender a ver las cosas claras.

Opinión de expertos

Muchas personas dicen que perdonar es olvidar, pero según la psicóloga Marta Castelos, no significan lo mismo aunque van de la mano.

Si dices perdonar y no olvidar, lo que estás diciendo es que “perdonas a medias y que a la primera de cambio podrás sacar tu munición bien cargada”. Que te mereces hacer uso de ella por el agravio vivido y que lo harás cuando así lo consideres.

La experta aconseja que no se puede olvidar de nuestra mente una situación dolorosa de la noche a la mañana pero puede lograrse.

El problema está cuando la gente confunde perdonar con hacer como si nada hubiera ocurrido. Si alguien te ha traicionado intentar disimular como si todo estuviera igual es autoengañarse.

Cada persona tiene sus propios límites sobre lo que puede o no aceptar en su vida. Si alguien lo traspasa puedes perdonar y olvidar, pero no dar otra oportunidad.

Puede que tu límite sean las mentiras, las faltas de respeto, la infidelidad o el desprecio. Sea cual fuere el punto, perdonar no significa que tengas que soportarlo.

Tu integridad es invaluable y su salud mental también. Es preferible una soledad elegida que una pareja o relación que te haga daño.

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