No es suficiente comer vegetales para prevenir infartos

Vegetales

Científicos de la Universidad de Oxford evaluaron  a 400.000  personas para determinar los alimentos que consumen, el nivel de actividad física, el lugar y modo de vivir que puede tener mayor impacto.

Se indagó que con la investigación que las verduras son, buenas para la salud, y cuánto más se consumen, mejor. No se puede negar: están cargadas de nutrientes que incluyen potasio, fibra dietética, ácido fólico, vitamina A,  C y también pueden ayudar a mantener una presión arterial saludable.

Riesgo de ataque Cardíaco

Pero, cuando se trata de reducir el riesgo de un ataque cardíaco o un derrame cerebral, el consumo de vegetales ¿es suficiente? Según un nuevo estudio, desafortunadamente no lo son.

La universidad de Oxford, Bristol y la Universidad China de Hong Kong, consultaron a 400.000 personas del estudio del Biobanco del Reino Unido, las cuáles  completaron un cuestionario de dieta que examinaba la cantidad de vegetales cocidos y crudos que consumían cada día.

El estudio determinó que los encuestados comían dos cucharadas colmadas de vegetales crudos y tres cucharadas colmadas de vegetales cocidos por día.

Luego, las universidades realizaron un seguimiento de los problemas cardíacos de los encuestados durante los siguientes 12 años. Al observar los resultados, la investigación encontró evidencia insuficiente de “un efecto protector de la ingesta de vegetales”. Sin embargo, hubo una reducción del 15% en el riesgo de enfermedades cardiovasculares (ECV), pero esto podría atribuirse a otros factores, como la dieta general, la ingesta de alcohol y los niveles de condición física.

Factores y hábitos rutinarios

Los investigadores descubrieron que otros factores como ¿qué otros alimentos se consume?, ¿cuántos ejercicios se practica?,  ¿dónde se ejercita? y ¿cómo vivimos puede tener un mayor impacto en la salud del corazón?.

Eso no significa que se deje de consumir brócolis. Los hallazgos del estudio, publicados en la revista “Frontiers in Nutrition”, enfatizó que una dieta balanceada ayuda a reducir el riesgo de muchas enfermedades, incluidos algunos tipos de cáncer.

El doctor Qi Feng, investigador del Departamento de Salud de la Población de Nuffield en la Universidad de Oxford y autor principal del estudio, sostuvo: “Nuestros análisis muestran que es muy probable que el efecto aparentemente protector de la ingesta de vegetales contra el riesgo de enfermedad cardiovascular se deba a sesgo de factores de confusión residuales, relacionados con las diferencias en la situación socioeconómica y el estilo de vida”.

Los asesores incluidos los del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (NHS, por sus siglas en inglés), recomiendan comer al menos cinco porciones de frutas y verduras todos los días. Pero si lo que se busca es reducir el riesgo cardíaco, los especialistas aseguran que es necesario abordar más factores de estilo de vida que simplemente aumentar el consumo de verduras.

Aportes de los vegetales

“Estos alimentos tienen un alto contenido en fibra, vitaminas y antioxidantes que actúan reduciendo el estrés oxidativo por hábitos insalubres. Sin embargo, el simple hecho de comer más vegetales puede no ser suficiente para reducir el riesgo de enfermedad cardíaca y accidentes cerebrovascular. Una dieta balanceada reduce el riesgo de enfermedades, incluyendo algunos tipos de cáncer”, según la licenciada en Nutrición Delfina Fahey.

Por su parte, la especialista en nutrición Laura Romano, dice que “es importante consumir a diario frutas y verduras, ya que aportan vitaminas, minerales, fibra y agua”. Más allá de las cinco porciones es conveniente que haya variedad porque así se introduce más variedad de estos nutrientes fundamentales”.

La experta recomendó que es ideal consumir las frutas preferiblemente con cascara siempre que se pueda para aportar más fibra. Y no sobre cocinar las verduras que se comen cocidas. Aconseja hacerlos al vapor, ya que así conservan más sus vitaminas y minerales.

Finalmente, según los hallazgos develados por el estudio, el riesgo de morir por una enfermedad cardiovascular fue más bajo para los que comían más verduras, en particular los que consumían muchas verduras crudas, en comparación con los que comían menos, ya que cocinar verduras, elimina nutrientes importantes, como la vitamina C, advirtieron los especialistas.

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