¿Por qué nos excusamos?

Es normal que a veces demos una excusa cuando algo no sale como esperábamos, sin embargo cuando abusas y te excusas de absolutamente todo lo que pasa en tu vida, sin asumir tus posibles responsabilidades, entonces tu problema va más allá.

El psicólogo y autor del libro, Yo no he sido, Francisco Gavilán destaca que las excusas parten del miedo a asumir responsabilidades y sentirse culpable, aparte son una excelente forma de neutralizar rápidamente situaciones comprometedoras.

Acota además que usualmente estas excusas pueden ser una proyección de lo que pasa en tu interior, usándolas como mecanismo de defensa para proteger tu imagen, «caes en el andar echándole la culpa a los demás de lo que sucede dentro de ti, apuntando a otros como culpables y si está ausente mejor».

De tal manera, según el psicólogo Gavilán las excusas provienen de dos tipos de miedos básicos y específicos:

Miedo al error

El especialista señala que si eres de esas personas que le temen a equivocarse, entonces tus excusas son un reflejo de ello, «un ego equilibrado no necesita enmascarar o negar su responsabilidad, pero un ‘ego enfermizo’, con autoestima frágil, tratará siempre de eludir su responsabilidad en cualquier error que haya cometido, porque ignora que tiene derecho a equivocarse. Ese tipo de personalidad piensa que si se equivoca su autoestima sufrirá un bajón, cree, además que admitiendo su error los demás pueden pensar que es menos capaz», explica Gavilán.

En vista de ello, para este tipo de personas es indispensable que recuerdes que ante todo eres humana, cometes errores y está bien hacerlo, pues son experiencias que te permitirán crecer, aprender y formarte como persona.

Miedo a los demás

Este miedo está estrechamente ligado a la importancia que le das al «que dirán», por lo tanto deberás revisar tu autoestima, para que des paso al amor propio, a saber valorarte y darte el puesto que mereces, ya que usualemente son las personas de baja autoestima quienes se preocupan en exceso por los demás. «La evaluación de sus logros o fracasos viene de afuera. La opinión de los otros es siempre más importante que la propia. Superarlo es posible, pero siempre que seas capaz de invertirlo, es decir, comienza a creer que tu opinión es la más importante», comenta el experto.

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