Sepa cómo escoger y aplicar el protector solar

Usar medidas de protección solar adecuadas y estar atentos a síntomas de enfermedades a la piel, son algunos de los consejos que debemos tener siempre en cuenta debido a la alta radiación solar que se registra en nuestro país. La Dra. Irene Araya, dermatóloga de Clínica Santa María, recomienda utilizar como mínimo factor solar SFP 30 y re aplicar el producto varias veces al día.

Chile es uno de los países con altos índices de radiación solar en el mundo, lo que puede traducirse en un grave problema de salud si no se toman las precauciones necesarias. Evitar exponerse durante los horarios de mayor radiación-  entre 11 am y 16 pm-, usar vestimenta adecuada, anteojos, sombrero -que cubran la mayor superficie corporal- y protectores solares en aquellas áreas del cuerpo con mayor exposición, son las principales medidas para protegernos de los dañinos rayos Ultra Violeta. Y si bien el protector solar se recomienda durante todo el año, es en la temporada de primavera-verano cuando su uso se vuelve crítico.

En ese sentido, la dermatóloga de Clínica Santa María, Dra. Irene Araya, explica que si bien en el mercado existen cremas con factor de protección solar SFP 15 e incluso menos, lo recomendable es usar al menos SFP 30. Asimismo, es importante chequear si la crema que se está usando cumple con las funciones de cuidado de la piel y protección y no solo se trata de un producto para «broncear» la piel.

«Al adquirir un protector solar debemos fijarnos el factor de protección solar que entrega, si cuenta con la aprobación del ISP (Instituto de Salud Pública), que proteja tanto de radiaciones solares UVB y UVA y que sea resistente al agua, sobre todo si lo vamos a utilizar para protegernos en playas y piscinas. Si la persona sufre de alguna enfermedad de la piel, se recomienda consultar con su dermatólogo en relación al producto específico que requiere», explica la especialista.

Asimismo, la dermatóloga hace hincapié en que no existe el llamado «bronceado seguro», por lo que no se recomienda bajo ningún punto de vista la exposición solar no protegida en forma directa al sol o a través de cabinas de bronceado, con fines de tipo estético. «El bronceado es considerado dermatológicamente una forma de defensa de nuestra piel ante una agresión térmica», enfatiza la especialista.

Otro tema importante a considerar es la periodicidad con la que se debe aplicar el protector solar. Según la dermatóloga, en  el caso de los niños y adultos que están bajo el sol extremo y en contacto con el agua del mar o piscinas, se les debe re-aplicar el protector solar cada tres horas, o cada vez que se sumerjan en el agua. En tanto, en la ciudad y durante la época estival, deben aplicarse protector solar por la mañana, mediodía y a las cinco de la tarde. La recomendación para la cantidad exacta es de dos miligramos de producto por centímetro cuadrado de piel, es decir, una cucharadita para la cara, una por brazo, etc.

Ojo con lunares y quemaduras

La Dra. Irene Araya llama a estar atentos ante los síntomas que puedan ser indicadores de cáncer a la piel. Según el Decálogo de la Sociedad Chilena de Dermatología, explica,  debemos consultar al dermatólogo cuando presentemos una herida que no cicatrice, una mancha, un lunar o un bulto en la piel que cambie su aspecto, pique o sangre.

En cuanto a las quemaduras e insolaciones por exceso de exposición al sol, la dermatóloga recomienda aplicar agua fría directo sobre la zona, asociada a algún producto de uso tópico calmante. Además se debe proteger estrictamente la piel ya dañada con protectores solares para evitar profundizar aún más las quemaduras.

«En el caso de quemaduras solares extensas, profundas, asociadas a fiebre, cefalea intensa y deshidratación, se aconseja acudir al Servicio de Urgencias para evaluar la situación específica del paciente. Se debe considerar de alto riesgo a niños pequeños, ancianos o enfermos con problemas cardiovasculares y renales. En todos estos casos es conveniente hospitalizar a la persona para hidratar en forma adecuada, reponer electrolitos, calmar el dolor y manejo local de las heridas», finaliza.

 

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