Carta a un marido infiel

La infidelidad es un tema difícil, ser engañada es una situación desvatadora para toda mujer, darte cuenta que lo diste todo y esa persona que amabas te mintió y traicionó tu confianza te genera tristeza, rabia y dolor. Una mujer descubrió la infidelidad de su pareja, lo ocultó por un tiempo para tratar de recuperar la relación, pero no aguantó más y se despidió a través de una carta a un marido infiel:

«Me has mentido todo este tiempo, casi todos los días. ¿Creíste que no lo notaría? Han pasado 18 años desde que comenzamos a salir y eres pésimo para decir mentiras. Cuando mientes lo puedo ver en tu cara, puedo escucharlo en tu voz. Sé que me has engañado durante mucho tiempo.

Piénsalo un poco. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que notaste mi presencia. Cuando despiertas el desayuno ya está listo, luego comes y te vas. Cuando llegas a casa la cena está preparada, comes y trabajas un rato y luego te vas a dormir. He querido preguntarte qué pasa y platicar, pero apenas te das cuenta que existo. Quiero saber en qué me equivoqué o qué faltó para poder remediarlo, pero apenas si vas a casa. Descubrí que duermes con alguien hace mucho.

Me derrumbé cuando lo descubrí. No puedo entenderlo y quiero hacerlo. Hice todo lo humanamente posible por ser la mejor ‘otra mitad’ que cualquier hombre desearía, pero pronto caímos en una rutina que se repitió año tras año.

Hace casi un año, cuando me diagnosticaron con cáncer, por fin te preocupaste, por fin notaste que existo. Me sentí importante para ti de nuevo y estaba feliz por ser visible en tu vida nuevamente. Pensé que todo se estaba acomodando. Hasta ese momento, me di cuenta que seguías en contacto nuevamente con esa personas y que ocasionalmente te citabas con ella. Una vez más, volví a recluirme porque me negaba a confrontarte.

Aún así estaba feliz por el hecho de que una vez más me dijeras cuánto te gustó la comida que te preparaba antes de irte al trabajo o las cenas que preparaba con tanto esmero para cuando llegaras cansado de trabajar. Pero nunca dejé de pensar en ‘eso’ cuando te ibas, que estarías con otra, que cuando te llegara un mensaje al teléfono sería de ella. Lloré muchas veces sin que te dieras cuenta porque no quería que me vieras débil.

Lloré porque sé que todo lo que tengo es tu lástima porque estaba enferma. Me siento como una pordiosera que merece solo las sobras que le dan quienes son más afortunados. Pero no te preocupes cariño, de cualquier forma no me queda mucho tiempo. Para entonces solo seré un amargo recuerdo. Lamento no ser suficiente para ti ni haber sido capaz de llenar tus necesidades, amor. Lo siento si fui una cobarde que no quiso hablar. Te amo, créeme.

Espero que un día puedas leer esto y darte cuenta que es la voz que siempre reprimí en los últimos años de nuestra vida juntos. Querido, sabes que te amo muchísimo y es por eso que eres libre. Encuentra a la persona que te haga feliz. Solo tengo algo que pedirte: no hagas a esa persona llorar, no dejes que derrame una sola lágrima de tristeza. Gracias por todos estos años amor, te amo.”

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