👠 Anne Hathaway y Meryl Streep: los looks que están haciendo historia en el rodaje de El diablo viste de Prada 2

los looks que están haciendo historia en el rodaje de El diablo viste de Prada 2

Veinte años después, El diablo viste de Prada regresa con una secuela que ya está dando de qué hablar… y de qué vestir. Las calles de Nueva York se han convertido en pasarela improvisada para Anne Hathaway y Meryl Streep, quienes vuelven a encarnar a Andy Sachs y Miranda Priestly con una evolución estilística que mezcla nostalgia, poder femenino y tendencias 2025. ¿El resultado? Looks que no solo impactan, sino que cuentan una historia.

Andy Sachs: de asistente a ícono millennial

Anne Hathaway ha sido vista con varios outfits que gritan “CEO con conciencia social”. Uno de los más comentados: un conjunto de raya diplomática de Jean Paul Gaultier Femme, con chaleco sastre y pantalón a juego, acompañado de un bolso vintage de Coach y collares de diamantes. Este look no busca aprobación: la da.

En otra escena, Andy aparece con un mono vaquero de Re/Done, sandalias de velcro de Chanel y gafas de sol de Céline. ¿La vibra? Editora freelance que escribe desde cafeterías con mármol blanco y carga su iPad como si fuera su espada. El estilo es relajado, pero con intención.

Miranda Priestly: minimalismo con autoridad

Meryl Streep, a sus 76 años, redefine el poder con siluetas limpias y tonos sofisticados. Su regreso como Miranda Priestly incluye una falda lápiz de cuero marrón, blusa lila y gabardina fina en tonos tierra. El look es clásico, pero actualizado: menos exceso, más precisión.

Otro outfit la muestra en un vestido blanco midi ajustado, trench cropped beige y clutch de piel de serpiente. Es Miranda en modo “elegancia pragmática”, lista para dominar el algoritmo y el tráfico web con la misma frialdad con la que dominaba las pasarelas.

¿Moda o narrativa?

Los looks no son solo tendencia: son herramientas de caracterización. Andy ya no busca encajar, ahora lidera. Miranda no necesita bufandas de seda, su presencia lo dice todo. El vestuario, dirigido nuevamente por Patricia Field, es más sátira que desfile, más storytelling que escaparate.

Conclusión: El estilo también evoluciona

El diablo viste de Prada 2 no solo revive una historia icónica, sino que la reinterpreta para una generación que entiende que el estilo es identidad, estrategia y actitud. Andy y Miranda no compiten: representan dos formas de poder femenino que conviven, se transforman y siguen inspirando.

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