Hipertensión: segunda causa de muerte en embarazadas

hipertensión

Los trastornos hipertensivos del embarazo constituyen una de las tres principales causas de mortalidad materna en el mundo, ubicándose en la segunda posición, detrás de los trastornos hemorrágicos obstétricos.

Esta patología tiene una incidencia a nivel mundial, entre 5 y 10%, sin embargo, esta estadística puede llegar a un 17% en pacientes nuligestas (sin historia de embarazo previo), e incluso, hasta 20% en zonas mundiales que se consideran endémicas para hipertensión asociada al embarazo.

Así lo señaló el doctor Daniel Márquez, perinatólogo y gineco-obstetra, quien explicó existen faltas de controles de esta patología algo que genera una incidencia (trastornos hipertensivos del embarazo) que puede llegar hasta un 21%”.

Hipertensión complicaciónes

Una gran cantidad de complicaciones potenciales para la madre, asociadas a una crisis hipertensiva, pueden condicionar compromiso cerebral, renal, ocular y cardiovascular, además de alteraciones gestacionales como la restricción del crecimiento fetal y el compromiso hemodinámico del bebé, un ambiente intrauterino negativo e inadecuado que deben tratarse en centros especializados.


No existe un tratamiento específico para el manejo de la hipertensión en el embarazo; la piedra angular se sustenta en el mejor control posible de la tensión arterial, para prevenir las complicaciones potenciales tanto maternas como fetales y, finalmente, decidir de manera precisa y oportuna el mejor momento para el nacimiento del bebé.

La preeclampsia y el Síndrome HELLP


Por ser diversos los trastornos hipertensivos del embarazo, los expertos los clasifican en función de su severidad, siendo la hipertensión gestacional la expresión menos complicada. 

Márquez señaló que existen eventos como la preeclampsia, la preeclampsia grave y otras complicaciones más complejas y de alta morbimortalidad, como la eclampsia (Convulsiones seguidas que llevan al coma) o el Síndrome HELLP, que es una complicación multisistémica del embarazo.

Varios factores pueden predisponer la hipertensión asociada al embarazo en una gestante, entre ellos, las edades extremas de la vida.

“Es mucho más frecuente en mujeres que se salen en estado antes de los 18 años de edad y por encima de los 35 años; en la población afrodescendiente; en pacientes que cursan con su primera gestación, o en grandes multíparas (mujeres con cuatro o más gestaciones anteriores) “, explicó el galeno.

“Estos son los factores de riesgo más importantes junto a las alteraciones metabólicas como la diabetes, obesidad o algunas alteraciones inmunológicas”, agregó Márquez.

Controles para la embarazada hipertensa

El experto señala que un adecuado control de una dama en estado de gravidez permite establecer las estrategias profilácticas para tratar de prevenir o anticipar la hipertensión asociada a la gestación y comenzar el control, tanto de la madre como del feto, a través de herramientas de ultrasonido, donde el Doppler juega un papel fundamental.

“Hoy día son los elementos de vigilancia antenatal más relevantes. La paciente debe estar sometida a un seguimiento especializado periódico y a la realización de exámenes de rutina. Desde el punto de vista técnico, la apreciación, mediante el eco Doppler, de los flujos de sangre a nivel de las arterias uterinas maternas, entre la semana 11 y la semana 22 de gestación, nos permite estratificar e identificar la población de riesgo para hipertensión asociada al embarazo”, puntualizó.

Una vez establecida la hipertensión en la gestación, el manejo es complejo y se sustenta en el control de las cifras tensionales y en la vigilancia muy enfática de las potenciales complicaciones que puedan surgir.

La búsqueda

“Siempre buscamos lograr alcanzar la mejor edad gestacional, en las mejores condiciones posibles, tanto maternas como fetales, para decidir la interrupción de la gestación”, expuso el experto.

Se estima que 1 a 2 de cada 10 pacientes que sufren hipertensión asociada al embarazo pueden continuar hipertensas posterior al nacimiento de su bebé, es decir, tendrían consecuencias a largo plazo.

Finalmente, adicional a los trastornos hipertensivos del embarazo se incrementan la necesidad de cesáreas de emergencia y, por ende, los nacimientos anticipados. De allí que, contar con la Unidad de Perinatología y Medicina Materno Fetal además de una equipada y robusta Unidad de Atención Neonatal, es una prioridad.

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