Los músculos isquiotibiales: lesiones, causas y tratamientos

La lesión de los músculos isquiotibiales es frecuente entre los bailarines y algunos deportistas. En especial, cuando no complementan su actividad con un programa de acondicionamiento físico. De acuerdo con Mejor con Salud.

La lesión del músculo isquiotibiales, es un accidente muy común. Aunque rara vez reviste gravedad, sí provoca síntomas molestos y limita el movimiento por algún tiempo. Sin embargo, solo en casos excepcionales requiere cirugía.

Lo usual es que la lesión se produzca por una tensión o estiramiento excesivo. Los isquiotibiales son un grupo de 3 músculos que se extienden a lo largo de la parte posterior del muslo. Van desde la cadera hasta justo debajo de la rodilla.

¿A quién comúnmente le afecta?

Las personas que practican deportes como fútbol, baloncesto, tenis y todos aquellos que exijan correr a alta velocidad y detenerse, son más propensas a tener una lesión de los músculos isquiotibiales. También los bailarines.

¿En que consiste la lesión de los músculos isquiotibiales?

La lesión de los músculos isquiotibiales es un accidente con distintos niveles de gravedad, que origina un fuerte dolor en la parte posterior del muslo. Puede afectar a cualquier persona, pero es más común en quienes practican deportes que implican velocidad o movimientos rápidos.

Los músculos isquiotibiales son tres: el bíceps femoral, el semitendinoso y el semimembranoso. Están ubicados en la zona posterior del muslo y cumplen con la función de ayudar a extender la cadera y flexionar la rodilla.

Estos músculos no se utilizan mucho al estar de pie o al caminar. En cambio, se tornan muy activos cuando alguien hace un ejercicio que requiere flexionar la rodilla, como ocurre en el caso de las trepadas, dar saltos o al correr.

Se clasifica en diferentes grados:

Grado 1: corresponde a un tirón o a una distensión muscular.

Grado 2: hay un desgarro parcial del músculo.

Grado 3: el desgarro muscular es total.

Causas

La lesión de los músculos isquiotibiales ocurre casi siempre cuando se hace un movimiento repentino y poderoso, que exige un estiramiento importante. Sin embargo, también puede producirse de forma paulatina con movimientos más lentos.

Los factores de riesgo son los siguientes:

Actividades que exigen grandes estiramientos. Comprenden el baile y deportes en los que se corre o se salta.

Baja flexibilidad

Una persona con flexibilidad deficiente tiene más dificultades para realizar movimientos súbitos y fuertes.

Desbalance muscular

Aunque este aspecto causa controversias, la opinión general es que tienen mayor riesgo de lesión las personas con los músculos de la parte delantera del muslo más desarrollados.

Glúteos débiles

Los glúteos trabajan en conjunto con los isquiotibiales. Si los primeros son muy débiles, generan una sobrecarga y mayor tensión a los segundos.

Calentamiento deficiente. Si no hay calentamiento o este es muy pobre, aumenta el riesgo de lesión.

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