Opciones para el consumo de agua

Sabemos que no es del gusto de todos, quizá por lo fome que resulta el que sea insípida e incolora, o tal vez porque en ocasiones sale con el sabor de los productos que le aplican para su limpieza, como el cloro o el fluor. Sin embargo, pese a todo, es absolutamente necesaria para nuestro organismo, y aquí te dejamos algunas opciones entregadas por nutricionistas, para que logres consumirla sin tantas complicaciones.

Aplícale sabor. Si no te gusta el agua por el tema del sabor, la solución más práctica es ponerle uno.

Si te gusta alguna hierba en especial, como el poleo o la manzanilla por ejemplo, déjala remojando en agua hirviendo y espera a que se entibie. Guárdala en el refrigerador y mantenla helada. Te aseguramos que será una excelente alternativa, y después de un tiempo ya será parte habitual de tu vida.

Otra opción es mezclar frutas o verduras, como el limón y la menta.  Prueba añadiendo a un litro de agua unas hojas de menta y el jugo de dos limones. Deja reposar tapado por un par de horas en el refrigerador y luego bébelo. Verás que es una muy buena opción.

Lo mismo puedes hacerlo reemplazando los limones por el jugo de un pomelo, o por un pepino en rodajas. Éste último, además, tiene propiedades curativas.

Si la idea del agüita con sabor a vegetales no te tinca mucho, hay otras ideas. Por ejemplo:

Jalea.  Prefiérela en su versión sin azúcar, es igualmente rica. Resulta bastante bien a la hora de querer refrescarse, aportándote, además,  una buena cantidad de proteínas. Leche. Además de nutrir, refresca y nos permite saciar la sed.

Como ves, existen simpáticas formas de consumir agua sin sufrir. Los profesionales de la salud, advierten  que la sed no es el principal indicador de la falta de líquidos en el organismo, porque ésta actúa como señal de alarma cuando ya se ha producido algún grado de deshidratación.

No lleguemos a ese punto, pues nuestro organismo se va dañando. Por eso, es importante hidratarse de manera constante a lo largo del día. Las principales recomendaciones son beber líquidos cuando nos despertamos, en cada una de las comidas principales y entre las mismas, sumando al menos ocho vasos de líquidos diario, cantidad que debes incrementar si practicas algún deporte, y en época de altas temperaturas.

 

 

 

 

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