¿Qué es la enfermedad celiaca y cómo afecta?

Celiaca

La enfermedad celiaca, también conocida como celiaquía o enteropatía sensible al gluten, se caracteriza por una inflamación de la mucosa del intestino delgado como consecuencia de una intolerancia inmunológica.

Quienes la padecen tienden a sufrir malestares tras ingerir la cebada, del trigo y del centeno, así como la avena.

Opinión de experto

De acuerdo con Julia Álvarez, coordinadora del área de la Sociedad Española de endocrinología y Nutrición (SEEN), manifestó que “la enfermedad afecta tanto a niños como adultos de todas las edades. La relación mujer/varón es de dos diagnósticos en damas por cada hombre”.

Explica que no solo está presente en Europa y en los países poblados por personas de ascendencia europea, sino también en Oriente Medio, Asia, Sudamérica y norte de África.

Esta patología puede llegar afectar a 1% de la población de los países occidentales. Además se han detectado casos en India.

¿Cómo actúa?

Esta enfermedad digestiva y genética causa lesiones en el intestino delgado y provoca que se altere la absorción de las vitaminas, minerales y demás nutrientes que contienen los alimentos.

Isabel  Polanco, catedrática de Pediatría de la Universidad Autónoma de Madrid,  manifiesta que un tercio de la población sana tienen una predisposición genética a sufrir el padecimiento.

Por su parte, Juan Ignacio Serrano, biólogo responsable de Investigación y Formación de la Asociación de Celíacos y Sensibles al Gluten, explica que no es una alergia ni una intolerancia alimentaria, porque estas no tienen una base inmunológica.

A su juicio, este mal es el resultado de una activación inadecuada del sistema inmunitario en repuesta al gluten, que tienen muchos rasgos de autoinmunidad.

Incidencia

Polanco indica que en un principio se consideraba la celiaquía como una enfermedad propia de la población de origen caucásico –especialmente de Europa y Norteamérica-, ahora se aprecia en el resto del planeta.

Serrano argumenta que las manifestaciones van en aumento y por eso se convirtió en un problema al que se le debe prestar atención para evitar que cause estragos.

“La prevalencia se sigue situando en torno al 1% de la población, pero las mejoras en las herramientas de diagnóstico y las pruebas, cada vez más rigurosas, sugieren que podría ser mayor”.

Síntomas

Los más comunes son la pérdida de apetito y, por tanto, de peso, fatiga, vómito, diarrea, distensión abdominal, retraso del crecimiento, pérdida de masa muscular, anemia o alteraciones del estado de ánimo.

En adultos, los síntomas varían por diversos factores como la longitud del intestino afectado y de la intensidad de las lesiones histológicas. También genera otras consecuencias dependiendo del ser afectado (hombre y mujer):

Abortos recurrentes.

Anemia ferropénica resistente al tratamiento.

Dolores óseos y articulares.

Malnutrición.

Estreñimiento.

Diarrea.

Astenia

Irritabilidad.

Inapetencia.

Apatía.

Depresión.

Cáncer digestivo.

Hipertrasnaninemia.

Osteoporosis.

Menopausia precoz.

Infertilidad.

Pérdida de peso.

Colon irritable.

Tratamiento

El único tratamiento que hay para la celiaquía consiste en el seguimiento de una dieta estricta sin gluten durante toda la vida. Esto conlleva la normalización clínica y funcional, así como la reparación de la lesión vellositaria.

«La dieta sin gluten se basa en dos premisas fundamentales: eliminar todo producto que tenga como ingredientes trigo, espelta, cebada, centeno y avena, así como excluir cualquier producto derivado de estos cereales (almidón, harina, sémola, pan, pasta, bollería y repostería)», comenta Álvarez.

Recomienda consumir alimentos preferiblemente no procesados como:

Carnes.

Pescados.

Huevos.

Leche y derivados

Frutas y verduras.

Legumbres.

Cereales que no contengan gluten como el maíz, el arroz, el mijo y el sorgo.

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