Conoce tu tipo de piel

Conoce tu tipo de piel

Para llevar una rutina de belleza exitosa, el primer paso es conocer tu tipo de piel.

A continuación te ayudamos a identificarla dándote las características básicas de cada tipo.

  • Piel Normal: Se distingue porque está equilibrada y se siente hidratada, pero no se ve brillante ni reseca; es tersa, flexible y resistente. También es muy fina, por lo que sus poros casi no se ven y resulta muy suave y aterciopelada al tacto. Si eres de las afortunadas con piel normal tu rutina es muy sencilla y fácil de seguir, pero no la descontinúes porque tu piel puede perder su hidratación y sus características naturales.
  • Piel Grasa: Esta piel tiene la epidermis más gruesa y endurecida porque hay mucha más actividad de las glándulas sebáceas, lo que produce un exceso de grasa. Aun cuando pueda parecer positivo, porque la grasa evita la aparición de arrugas prematuras, es importante mantener un equilibrio.
  • Piel Sensible: Es delicada, un poco seca y con alta reacción alérgica a productos nuevos. Se ve afectada por cambios de temperatura, por el uso de cosméticos o de cualquier producto abrasivo, que le causa enrojecimiento y en ocasiones inclusive presenta vasos sanguíneos visibles.
  • Piel Seca: Este tipo de piel se encuentra muy expuesta, por lo que es fina, sensible y tiende a presentar arrugas prematuras, pero se encuentra casi completamente libre de acné y puntos negros, no obstante, quieres equilibrar la hidratación y para eso tenemos una excelente receta:
  • Piel mixta:

Signos de envejecimiento

Nuestro tipo de piel puede evolucionar en el transcurso de la vida. Las personas con un tipo de piel graso en la adolescencia pueden descubrir que su piel llega a secarse después de la pubertad, mientras que las personas con un tipo de piel normal observan que su piel se vuelve más seca a medida que envejecen.

A medida que todos los tipos de piel envejecen:

  • La piel pierde volumen y densidad
  • Aparecen finas líneas y arrugas
  • Pueden observarse cambios en la pigmentación.
  • El conocimiento y la medición de estos signos de envejecimiento nos ayudan a determinar el estado de la piel.
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