La guerra a los kilos en la oficina

La mayoría de trabajos en el mundo exigen estar en una oficina. Esta se convierte en muchos casos en la gran culpable del aumento de los kilos durante el año. Cuestionamiento que no está alejado de la realidad, ya que un trabajo sedentario de escritorio junto a algunos malos hábitos alimenticios, contribuyen que tu silueta se modifique un tanto.

En Chile trabajamos cerca de 45 horas semanales y 8 horas diarias. De las cuales gran parte del día, con excepción del almuerzo, lo pasamos sentados frente al computador en nuestro escritorio.

Desafortunadamente estudios demuestran que estas personas tienen más probabilidades de sufrir sobrepeso, así como dolores de espalda, tensión y pérdida de masa muscular.

Si la “oficina” te está engordando, toma nota de estos tips que te ayudarán a incorporar hábitos saludables a tu rutina diaria.

Muévete un poco en la oficina: compensa la energía que consumes y la que gastas. Estudios demuestran que moverse constantemente o ir de un sitio a otro es algo que suma y hace la diferencia. Un consejo práctico es que cada vez que tengas que decirle algo a tu jefe o algún compañero de trabajo, en lugar de usar el correo electrónico o el teléfono, vayas personalmente a su lugar. Así quemarás más calorías.

Excusas para no comer o para comer demasiado: Come en las horas que te corresponden, ya que si no almuerzas en la tarde o noche seguramente cenaras un porción más que doble.

Trabaja en el estrés y ansiedad de tus labores ya que estos pueden provocar que engullas más alimentos pocos sanos durante la jornada.

Cuidado con la máquina expendedora de golosinas: Para resistir a esta tentación, date un tiempo en la noche o antes de salir de tu casa y prepara un snack saludable. Fruta, galletas de soda o avena, yogurt, frutos secos o quesos sin grasa, serán una excelente alternativa.

Almuerzo sano: otras tentaciones que debes hacerles el quite son por ejemplo la comida del bufé o la comida para llevar, que suele ser alta en calorías y de porciones muy excesivas. Procura llevar tu comida de casa, así controlarás mejor las cantidades, podrás elegir alimentos saludables y te ahorrarás mucho dinero.

Luego del almuerzo camina: Si tienes tiempo, puedes hacerlo y necesitas recargar energía, considera dar una vuelta a la manzana y no te sientes a tomar la briza en una banca.

Cuidado con los cafés especiales: aunque no lo creas siempre habrá cerca un lugar que te ofrezca capuchinos, mocachinos, frappés o el típico endulzado con vainilla. Ten cuidado con estos ellos ya que algunos pueden tener hasta 400 calorías por taza. Toda una bomba.

Hazte la idea de que el ascensor no funciona: si trabajas en un edificio de varios pisos, procura usar las escaleras lo más que puedas. Diez minutos de subir escaleras queman alrededor de 50 calorías.

Gimnasia sin abandonar tu silla de trabajo: si no puedes levantarte del escritorio, quizá puedas ejercitarte unos minutos desde tu silla de trabajo. Existen diversos ejercicios de elongación que puedes realizar y que te ayudarán a cuidar tu espalda durante la jornada laboral.

Ve al trabajo en bicicleta o a pie: de ser posible, deja tu auto en casa o un poco lejos de la oficina y ve en bicicleta o caminando a tu lugar de trabajo. Sin duda te llenarás de energía, te sentirás mas relajado y ahorras dinero de la locomoción. Para más comodidad ponte unas zapatillas y cambia tus zapatos al llegar a la oficina.

No comas en tu escritorio: Si pones un paquete de galletas en tu escritorio, lo más seguro es que te lo termines sin darte cuenta mientras haces tu trabajo. Si tienes hambre mejor tómate unos minutos y cómete un snack saludable con pocas calorías.

Recuerda, éstas son sólo algunas ideas para evitar que el trabajo de oficina afecte en tu figura y tenga efectos negativos sobre tu peso y tu salud.

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