Lasik: Una técnica que permite decirle adiós a los lentes

Actualmente gracias a la  cirugía refractiva la mayor parte de las personas que sufren de  miopía, hipermetropía y el astigmatismo pueden dejar de usar anteojos.

La cirugía LASIK o cirugía ocular refractiva, lo que hace es modificar la forma de la córnea -capa externa transparente del ojo que ayuda a protegerlo de gérmenes, polvo y otros materiales dañinos y también  a enfocar la luz que entra al ojo.

La forma de la córnea del ojo es la que genera en algunas personas una imagen borrosa y desenfocada, y es esto lo que se busca corregir con este tipo de cirugía

Antes de someterse a este tipo de intervención lo más importante es realizarse un chequeo con un especialista.

El doctor Nelson López, Oftalmólogo de Puerta del Sol, explica que entre las enfermedades a la vista que pueden ser tratadas con esta técnica están la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. “Las personas miopes no pueden ver claramente los objetos lejanos, las que sufren de hipermetropía, al contrario, tienen problemas con las imágenes que están cerca. El astigmatismo, en tanto, genera que los objetos cercanos como los lejanos se vean borrosos o desenfocado”, aclara.

Entre los requisitos para la corrección visual con LASIK, el oftalmólogo señala que deben ser personas mayores de 18 años y que no pueden padecer determinadas enfermedades como diabetes, artritis reumatoide, estar embarazada, ni en periodo de lactancia.

Gracias a la última tecnología, de cada cien intervenciones, sólo dos requieren una segunda aplicación de láser en los primeros meses. “Después de la cirugía se puede ver alterada la calidad de la lágrima, podría notarse peor visión en la noche y la agudeza visual puede ser ligeramente diferente a la que tenía antes de operarse. No obstante, es más usual ganar agudeza visual que perder”, enfatiza.

Inmediatamente después de la operación la visión mejora considerablemente, lo suficiente como para prescindir de los lentes.

Durante las primeras horas, es frecuente notar una sensación de roce y de ver algo borroso. “Al día siguiente el paciente puede volver a hacer vida normal. Mientras menos dioptrías se hayan corregido la recuperación es más rápida. La gran mayoría de los pacientes al día siguiente alcanza una visión próxima al 100% de lo que tenían con sus lentes, e incluso puede conducir”, aclara el doctor.

Esta cirugía es considerada un procedimiento permanente y las dioptrías eliminadas no vuelven aparecer.

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