Recomendaciones para  enfrentar el estrés

Enfrentar el estrés es un tema muy actual que se encuentra muy activo en la cotidianidad, pues desde adultos, jóvenes e incluso niños, se enfrenta constantemente a este tipo de situaciones.

En la actualidad es la clave aprender a manejar y sobrellevar el estrés, y todas las dificultades que ello conlleva.

Opinión de expertos

Especialistas señalan que controlarlo puede ayudar a llevar una vida más equilibrada y saludable.

El estrés es una respuesta automática física, mental y emocional a un evento dificultoso.

Para enfrentarlo es fundamental reconocer que existen cosas que no se pueden cambiar, evitar aquellas situaciones que nos generan estrés, aprender nuevas maneras de relajarse.

Además, realizar ejercicios, cambiar de perspectivas, dormir lo suficiente, y hasta conectarse con aquellas personas con las que se sienta a gusto.

Recomendaciones

Afrontar los problemas con calma, centrándose en el problema, fijando metas realistas y adaptarse a lo que no se puede cambiar.

Tener una buena organización durante la semana para evitar ir siempre con prisa, sobresaltos u olvidos.

Adoptar una actitud positiva interpretando los cambios como retos y no como amenazas.

Disfrutar de cada día, reservando un tiempo para uno mismo y para actividades placenteras.

Promover entornos saludables, especialmente en el ámbito laboral, donde el trabajo colaborativo y el apoyo de los compañeros disminuye el estrés.

Mantener buenas relaciones con los demás, utilizar nuestras habilidades de comunicación. Practicar la comunicación asertiva, que respeta la posición propia y la de los demás y practicar la escucha activa.

Saber decir “no” cuando es necesario y compartir las emociones con los otros.

Tips

Por lo general, una vez se acepte que existen muchas cosas que son humanamente imposibles de cambiar, se deben adoptar hábitos que permitan sobrellevar la situación.

Algunas cosas que se pueden comenzar a practicar son:

Cuidar el cuerpo y la mente. Para ello, comienza a realizar ejercicio físico de forma regular.

Tener una alimentación sana y variada, tomándote tiempo y fomentando las relaciones sociales. Es decir, tratar en la medida de lo posible de comer en buena compañía, por ejemplo.

Descansar y dormir lo suficiente, alrededor de 8 horas de sueño nocturno. A veces es interesante “no hacer nada” y es necesario no llevar el trabajo a casa.

Evitar el exceso de estimulantes, como el café, el alcohol y otras sustancias nocivas como el tabaco y otras drogas, que producen síntomas de activación.

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