Propiedades y beneficios del selenio

Selenio

El selenio es un mineral esencial que se obtiene a través de las dietas y aunque las necesidades diarias de estos oligoelementos son pequeñas, es necesario atenderlas ya que este compuesto es un poderoso antioxidante con numerosas funciones orgánicas.

Función

El organismo acumula unos 20 mcg de selenio, tanto en los músculos como en la glándula tiroides. Su función más destacable es la producción de enzimas antioxidantes que refuerzan las propiedades de las vitaminas C y E, las cuales fortalecen el sistema inmunitario.

Además de ser antioxidante, ayuda a la proliferación y buen funcionamiento de los glóbulos blancos y es clave para que actúe el glutatión peroxidasa. Favorece a la   detoxificación y amplía la acción antioxidante de la vitamina C.

Su consumo habitual previene la aparición de ciertos cánceres, reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y el deterioro cognitivo.

También contribuye a la síntesis de hormonas tiroideas, que fomentan la producción de esperma y el equilibrio del sistema nervioso. Mejora el trabajo del hígado y el páncreas en la digestión, así como la producción de insulina.

Alimentos que contienen selenio

Se tiene que incluir las principales fuentes de selenio, tales como los cereales integrales, los frutos secos, las semillas y las legumbres.

Destacan, entre otras cosas, las nueces de Brasil, sustancialmente indicadas para las personas intolerantes al gluten o que tomen una dieta sin trigo.

Una nuez de Brasil proporciona unos 70 cmg y no se aconsejan más de tres al día. Le siguen las pipas de girasol, el germen de trigo, las nueces, el sésamo, el coco, la avena, el arroz, la levadura de cerveza, las setas, las judías y el ajo.

La carencia del selenio y sus efectos

Puede causar alteraciones en la glándula tiroides, infecciones frecuentes, confusión mental, ansiedad, depresión, y debilidad muscular.

En casos severos, la ausencia de selenio puede afectar al corazón, la fertilidad masculina y la artritis.

Otras consecuencias son la caída rápida y uniforme del cabello, acompañado de uñas quebradizas y con medias lunas demasiado blancas o una piel mortecina.

Si notas cambios en la piel, uñas y pelo podrías carecer de un buen equilibrio de selenio en el cuerpo, mismo que es vital para que distintos órganos cumplan su función a cabalidad.

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